Ya se ha visto que los síntomas son las molestias o sensaciones subjetivas de la enfermedad (ejemplo: dolor, náuseas, vértigo).
El
conocer los síntomas, sus características, y con qué otras manifestaciones se
relacionan permite ir conociendo lo que al paciente le ocurre.
Es
frecuente que algunos síntomas y signos se relacionen y constituyan síndromes o
sean parte de enfermedades específicas.
Conviene
saber caracterizar cada síntoma. Dependiendo de esto, las conclusiones pueden
ser totalmente distintas. Una tos seca puede significar algo totalmente
diferente que una tos acompañada de expectoración mucopurulenta o
sanguinolenta.
Al
conversar con el paciente se usarán términos que le sean entendibles.
Posteriormente al transcribir la información a la ficha se seleccionan las
palabras que correspondan en el lenguaje médico. Por ejemplo, si el paciente
orina muy seguido, tiene una poliaquiuria, y si siente que le falta el aire o
la respiración, presenta disnea.
Identificación
de los síntomas
Durante
la conversación con el paciente, cada síntoma se trata de caracterizar. En
general, se debe precisar:
- Qué es lo
que siente.
- En qué
parte del cuerpo siente la molestia y hacia dónde se
irradia (esto es muy válido cuando se trata de un dolor).
- Cuándo comenzó el síntoma.
- Cómo ha
evolucionado el síntoma.
- Con qué se
modifica (ya sea aumentando o disminuyendo su intensidad,
o variando su carácter).
- Con qué
otros síntomas o manifestaciones se asocia.
Es
conveniente establecer una prioridad en el análisis de los distintos síntomas,
ya que algunos tienen más importancia que otros (ej. dolores, disnea, pérdida
de conciencia).
Cuando
se trata de un dolor, y siguiendo el esquema anterior, se debe
precisar:
- Dónde duele.
- Cuál es el
carácter del dolor, o cómo duele.
- Qué
intensidad alcanza y cómo varía.
- Hacia dónde se irradia.
- Con qué
aumenta y con qué disminuye (posiciones, alimentos,
medicamentos, etc.).
- Cómo
evoluciona en el tiempo.
- Con qué
otras manifestaciones se asocia.
A
continuación se presenta mayor información sobre algunos de estos aspectos:
Carácter
del dolor
- Cólico: es
aquel que aumenta de intensidad hasta llegar a un máximo y luego
disminuye; es característico de vísceras huecas que poseen una pared
muscular (ejemplo: intestino, vesícula biliar, colédoco, uréter, conductos
de glándulas salivales e incluso el útero).
- Urente: como una
quemadura (ejemplo: dolor del herpes zóster).
- Dolor de
carácter sordo: tiende a ser mantenido, de intensidad leve a
mediana, pero puede llegar a ser bastante incómodo.
- Constrictivo: de tipo
opresivo (ejemplo: dolor de origen coronario, angina de pecho).
- Pulsátil: asociado
al pulso arterial (ejemplo: dolor de un dedo al recibir un golpe de
martillo).
- Neuralgia: dolor
que sigue el recorrido de un nervio (ejemplo: neuralgia del nervio
trigémino).
- De tipo
punzante (ejemplo: “puntada de costado” en cuadros de
irritación pleural, que aumenta en la inspiración).
- Fulgurante: como un
rayo o una descarga eléctrica (ejemplo: en los miembros inferiores en la
tabes dorsal).
- Terebrante: intenso,
como si fuera producido por un taladro (ejemplo: algunas odontalgias).
Intensidad del dolor
Según
la intensidad, el dolor puede interferir de distintas formas: limitar los
movimientos, afectar la actividad diaria y el estado anímico, no dejar dormir,
etcétera. Es una sensación que sólo la siente quien la sufre.
El
desafío del clínico muchas veces es tratar de estimar la intensidad. Para esto
tiene que evaluar las expresiones que usa el mismo paciente, ver en qué medida
lo afecta, cómo lo limita, qué hace para aliviarlo, qué analgésicos requiere
usar. Una forma de graficar este aspecto es pedirle al paciente que ubique su
dolor en una escala del 1 al 10, siendo 10 el dolor más intenso que pueda
existir.
Evolución del dolor y cómo se modifica
Puede
aparecer en forma brusca (ejemplo: cefalea por hemorragia subaracnoídea) o más
gradual (ejemplo: cólico renal). La forma como termina el dolor también puede
ser importante.
Lo
pueden aumentar alimentos, movimientos, la tos, el respirar profundo, el pujar,
el ayuno, el contacto directo. En cambio, se puede aliviar con analgésicos
simples, morfina, una bolsa con agua caliente, aplicación de hielo, posiciones
determinadas, masajes, ultrasonido, acupuntura, etcétera.
La
evolución puede ser corta o larga, de minutos, días, o más tiempo. Puede
presentarse en crisis que pasan totalmente o que dejan un trasfondo de dolor.
Se
habla que un dolor tiene ritmo cuando cambia durante el día en
relación a factores específicos (ejemplo: en la úlcera duodenal la molestia
pasa cada vez que el paciente ingiere alimentos). Se habla de período cuando
el dolor se presenta varios días, luego se pasa y reaparecer un tiempo después
(ejemplo: una úlcera duodenal activa, que luego sana y tiempo después,
reaparece).
Algunos Ejemplos:
- Un dolor
coronario: “Paciente de sexo masculino, de 68 años, con antecedentes
de tener una diabetes mellitus y ser fumador, que dos horas antes de
consultar presentó un dolor precordial, opresivo, en relación a un
esfuerzo físico, que llegó a tener una intensidad 8/10 (ocho sobre diez),
y que duró veinte minutos. El dolor se irradiaba a la mandíbula y al brazo
izquierdo”.
- Un cólico
intestinal: “El paciente presenta en la madrugada un dolor abdominal,
de tipo cólico, más localizado hacia el hemiabdomen inferior, que se
acompaña de diarrea muy seguida y abundante, y sensación febril”.
- Un dolor
que sugiere una jaqueca: “Paciente de sexo femenino, de 26 años,
que viene presentando en los últimos 5 años crisis de dolor de cabeza, más
localizado en la mitad del cráneo, de carácter opresivo o pulsátil, y que
se asocia a náuseas y vómitos. El dolor tiende a presentarse antes de las
menstruaciones, al beber alcohol o comer chocolates. Si logra dormir un
rato, muchas veces al dolor se alivia o desaparece”.
Síntomas como
manifestación de afecciones de algunos sistemas
Sistema respiratorio y
cardíaco
Tos:
- Presentación
en el tiempo (ejemplo: ocasional, persistente, en crisis, de predominio
nocturno).
- Intensidad
(ejemplo: puede ser tan intensa que el paciente queda agotado).
- seca o
húmeda (según se asocie o no a expectoración)
- Factores
favorecedores (ejemplo: en relación a ejercicios, cuando cortan el pasto
en su casa).
- Asociada a
sensación de disnea, dolor costal, fiebre, etcétera.
Expectoración:
- Mucosa: tiene aspecto claro
- Mucopurulenta: de color amarillento.
- Expectoración
hemoptoica: es una expectoración que contiene sangre.
- Hemoptisis: es la
eliminación de sangre fresca, aireada, junto a accesos de tos, y que
proviene del árbol bronquial.
- Broncorrea:
eliminación de gran cantidad de expectoración en las 24 horas (sobre media
taza). Se observa en pacientes con bronquiectasias infectadas.
- Vómica: es la
eliminación de una sola vez de gran cantidad de líquido debido al
vaciamiento de una colección pulmonar o subdiafragmática (ejemplo: al
vaciarse un quiste hidatídico).
La expectoración es una secreción producida y secretada por la membrana mucosa bronquial. Se habla de tos productiva cuando con ella se produce expectoración, también denominada esputo. |
Descargas por la nariz:
- Rinorrea: es la
salida de secreciones por la nariz. Puede ser acuosa (ejemplo:
en el resfrío), mucopurulenta (ejemplo: en una sinusitis)
o sanguinolenta.
- Epistaxis: es un
sangramiento por la nariz.
- Descarga
posterior: es un término usado en pacientes que sienten que están
constantemente tragando secreciones (ejemplo: en una sinusitis).
La epistaxis puede ser causada por un traumatismo, irritación o resequedad del revestimiento de la nariz, rinitis alérgica, resfriados o sinusitis. |
Sensación de falta de aire al respirar:
- Disnea: es una
sensación de falta de aire al respirar. Se presenta en enfermedades pulmonares,
del corazón y en anemias intensas. En los enfermos del corazón es bastante
característico que la disnea se presenta en relación a la magnitud del
esfuerzo físico (ejemplo: al caminar algunas cuadras, al subir las
escaleras o con mínimos esfuerzos físicos). Este aspecto conviene
precisarlo ya que refleja la Capacidad Funcional del
paciente, y se puede hablar de disnea de reposo (cuando
el paciente está limitado a la cama), de pequeños esfuerzos (cuando
a lo más se logra caminar hasta el baño), de medianos esfuerzos (cuando
la disnea se presenta al caminar dos o tres cuadras o subir un piso de
escaleras) o de grandes esfuerzos (cuando presenta pocas
limitaciones).
- Ortopnea: es la
condición en la cual el paciente respira mejor estando sentado o semisentado,
y no tolera estar acostado plano (porque se ahoga). Al estar
semisentado disminuye el retorno venoso y los pulmones logran
descongestionarse en alguna medida.
- Disnea
paroxística nocturna: ocurre en algunos pacientes con insuficiencia
cardíaca durante las noches, una vez que están acostados. De repente,
necesitan sentarse en la cama, porque así respiran mejor. Se atribuye a
que mientras están acostados reabsorben edemas que sobrecargan el sistema
cardiovascular.
Dolor precordial:
- Dolor
anginoso o coronario: es de tipo constrictivo, se presenta en
relación a esfuerzos físicos, se puede irradiar a la mandíbula, al hombro
y al brazo izquierdo, se alivia con el reposo. Si se presenta en relación
a un esfuerzo físico y luego cede con el reposo, se habla de angina (o ángor) de
esfuerzo. Si se presenta estando el paciente en reposo o en relación a
un mínimo esfuerzo, se habla de angina de reposo o angina
inestable, y es una condición que puede seguirse en cualquier momento
de un infarto al miocardio. En la angina existe isquemia; en
el infarto se ha producido necrosis (muerte celular). Dolores que ceden en
menos de diez minutos (o hasta veinte minutos) se relacionan a dolores
anginosos, en cambio, cuando el dolor se prolonga más de veinte minutos,
puede ya reflejar un infarto al miocardio. (Nota: conviene tener presente
que “angina” es un término que se usa también para referirse a
inflamaciones de las amígdalas y tejidos vecinos, por lo que no debe
llevar a confusión).
- Dolor por
una costocondritis o inflamación de la unión de una
costilla con el esternón: es un dolor localizado que aumenta al tocar la
zona inflamada.
- Dolor por
un espasmo esofágico: puede ser muy parecido al dolor
coronario y muchas veces se piensa en él una vez
que se ha descartado un problema coronario.
- Dolor de
una pericarditis: es más mantenido, prolongado, de carácter
sordo, y puede aumentar con la inspiración.
Dolor costal:
- Dolor
pleural o “puntada de costado”: es un
dolor de tipo punzante, que aumenta con la inspiración. Se localiza de
preferencia en un costado del tórax. Es frecuente de encontrar en neumonías y
afecciones que comprometen la pleura. Un dolor parecido se puede encontrar
en el neumotórax (aire que entra al espacio pleural,
habitualmente por una rotura del pulmón).
- Dolor
costal por una fractura costal: es bastante intenso y aumenta
con movimientos y al presionar en el sitio de la fractura. Un acceso
fuerte de tos puede ser capaz de producir una fractura de una costilla.
- Dolores
referidos a un costado debido a un herpes zóster. En estos
casos el dolor sigue el recorrido de un dermátomo y es de carácter urente.
A demás, se ven las lesiones vesiculares en la piel.
Algunas asociaciones de síntomas en cuadros
respiratorios o cardiovasculares:
- En
neumonías: tos, expectoración mucopurulenta, fiebre y,
eventualmente, dolor torácico y disnea.
- En asma: disnea,
accesos de tos, especialmente en las noches o con esfuerzos físicos,
sibilancias al respirar.
- En
insuficiencia cardíaca: disnea de
esfuerzos, ortopnea, disnea paroxística nocturna, edema de extremidades
inferiores y nicturia.
- En
problemas coronarios: dolor anginoso en
relación a esfuerzos físicos, angustia, sensación de “muerte inminente”,
disnea.
Dolor abdominal:
Como
todo dolor, se debe caracterizar en forma completa, pero en especial, su
ubicación. En este
sentido conviene tener presente:
- Dolores en
la parte alta y medial (región del epigastrio): en esta zona se
ubica el dolor ulceroso debido a una úlcera duodenal o
gástrica (en forma característica aparece cuando el estómago está vacío y
se calma con los alimentos). También el páncreas y la aorta abdominal
pueden manifestarse hacia esta zona. Una esofagitis por reflujo
gastroesofágico da una sensación de ardor o “acidez” (en forma popular
algunas personas lo ubican en “la boca del estómago”), y puede irradiarse
hacia arriba (retroesternal). Estas manifestaciones relacionadas con la
sensación de “acidez” se denominan pirosis.
- Dolores en
la parte alta del abdomen, pero hacia el lado derecho (región del
hipocondrio derecho): las afecciones biliares y del hígado tienden a
manifestarse en esta zona. Por ejemplo, los cólicos biliares se presentan
después de ingerir comidas grasas o frituras y muchas veces se acompañan
de vómitos. Un hígado congestivo o inflamado por una hepatitis dará un
dolor sordo.
- Dolores en
la parte alta del abdomen, pero hacia el lado izquierdo (región del
hipocrondrio izquierdo): en esta región se pueden presentar afecciones
del bazo (ejemplo: infarto esplénico), dolores provenientes del colon
(ángulo esplénico), y también afecciones del páncreas (aunque en estos
casos el dolor puede ser de todo el hemiabdomen superior).
- Dolor en
la región periumbilical: los cólicos del intestino delgado se
manifiestan en esta zona. También afecciones de la aorta abdominal.
- Los
costados del abdomen se llaman los flancos. En el flanco derecho se
reflejan dolores que vienen de los riñones o el colon ascendente. En el flanco
izquierdo se reflejan las vísceras de ese lado (riñón, colon
descendente).
- Por debajo
del ombligo, en la zona media, está el hipogastrio, en donde
se reflejan los cólicos del intestino grueso (en realidad, puede doler
todo el hemiabdomen inferior), la vejiga (por ejemplo, en una cistitis),
el útero (por ejemplo, durante menstruaciones dolorosas).
- Hacia los
lados del hipogastrio están las regiones inguinales. A derecha
se ubica el apéndice, ovario, trompa de Falopio y la llegada a la vejiga
del uréter derecho. A izquierda se ubican afecciones del colon sigmoides
(por ejemplo, diverticulitis), ovario, trompa de Falopio y la llegada a la
vejiga del uréter izquierdo.
- Hacia las regiones
lumbares, ubicadas en la parte posterior del abdomen, a cada lado, a
nivel de la cintura, se reflejan dolores provenientes de los riñones. De
esta forma, en un cólico renal es frecuente que el
paciente se queje de dolor que parte en una de las regiones lumbares y se
irradia hacia el flanco del mismo lado, en dirección de los genitales
externos. Esto frecuentemente se acompaña de gran inquietud, y muchas
veces de vómitos.
Esta
delimitación de los dolores en relación a las vísceras comprometidas debe ser
considerada como una orientación ya que frecuentemente existe sobreposición
(por ejemplo, el colon puede doler en distintos sitios del abdomen).
Síntomas relacionados con el sistema
digestivo
- Odinofagia: es el
dolor de garganta al tragar.
- Disfagia: es una
dificultad para tragar o para que los alimentos bajen por el esófago.
Personas mayores muchas veces presentan una dificultad para deglutir producto
de una falta de coordinación de la musculatura faríngea. Otras personas
notan que los alimentos no bajan bien por el esófago, como que se le
“atragantan” a nivel retroesternal. Se habla de disfagia lógica cuando
la dificultad se presenta primero con alimentos sólidos (ejemplo: un trozo
de carne o de pan), y a medida que progresa la enfermedad, la dificultad
aparece también con los líquidos (ejemplo: en un cáncer esofágico). Si
esta relación no se diera de esta forma, de habla de disfagia
ilógica (ejemplo: por alteración de las ondas peristálticas del
esófago).
- Anorexia: es la
falta de apetito.
- Náuseas: es el
deseo de vomitar
- Vómitos: son la
expulsión violenta por la boca de materias contenidas en el estómago. Los
vómitos pueden ser:
a) Alimenticios:
si contienen alimentos.
b) Biliosos: si
contienen bilis (son amarillentos).
c) Porráceos:
cuando son de color oscuro, con alimentos parcialmente digeridos; se presentan
en cuadros de obstrucción intestinal.
d) Fecaloídeos: si
tienen material fecal.
e) Hematemesis: es
un vómito con sangre roja o parcialmente digerida (más oscura). La sangre
proviene de las partes altas del tracto digestivo: duodeno, estómago, esófago,
y, a veces, es porque el paciente ha estado tragando sangre proveniente de un
sangramiento más alto (por ejemplo, una epistaxis posterior). La hematemesis no
se debe confundir con la epistaxis (que es salida de sangre
por la nariz) ni con la hemoptisis (que es salida, con la tos,
de sangre proveniente del árbol bronquial).
Respecto
a la evacuación intestinal o defecación, conviene
preguntar la frecuencia con que ocurre, el aspecto de las deposiciones, su
consistencia. Normalmente las personas obran (término que
también se usa para expresar la defecación) diariamente o cada dos días.
Algunos aspectos relacionados con la defecación se presentan a continuación:
- Constipación, estitiquez o estreñimiento: cuando la frecuencia de defecación ocurre cada varios días y con dificultad. Diarrea: se refiere a deposiciones líquidas o con mayor contenido de agua.
- Disentería: se refiere a diarrea con mucosidades y sangre; frecuentemente se acompaña de pujo (son contracciones voluntarias o involuntarias a nivel rectal que dan la sensación de querer seguir evacuando) y tenesmo rectal (es el deseo de seguir obrando, aunque la ampolla rectal esté vacía). Se presenta en diversas infecciones intestinales (ejemplo: por E. coli enteropatógena¸ shigellas, salmonellas, amebiasis) y en colitis ulcerosa activa.
- Deposición lientérica: que tiene alimentos no digeridos, como arroz, carne o trozos de tallarines. Se presenta en cuadros de malabsorción intestinal. Es normal que en las deposiciones de personas sanas aparezcan algunas fibras como los hollejos de granos de maíz.
- Deposición esteatorreica o esteatorrea: tiene mayor contenido de aceite o grasas proveniente de los alimentos. Su aspecto es brillante, grasoso, y en el agua del escusado frecuentemente flotan gotas de grasa. Se observa en cuadros de malabsorción intestinal (por ejemplo, en una insuficiencia pancreática exocrina).
- Hematoquezia, rectorragia, colorragia o hemorragia digestiva baja: es una deposición con sangre roja, fresca. Habitualmente el origen de la sangre viene de algún sitio desde el íleon terminal hasta el ano, salvo que el tránsito intestinal sea tan rápido, que el origen del sangramiento pueda ser de segmentos más altos. No constituye una hematoquezia la presencia de un poco de sangre debido a alguna fisura en la región anal y que se manifiesta como unas estrías de sangre alrededor de las deposiciones al momento de obrar.
- Melena: es una deposición negra, como alquitrán, de olor muy fuerte, de consistencia pastosa. Se debe a un sangramiento digestivo alto, por arriba del ángulo de Treitz. No debe confundirse con deposiciones más oscuras que se deben a la ingesta de algunos medicamentos (por ejemplo, suplementos con fierro) o alimentos (por ejemplo, prietas).
Síntomas relacionados con el sistema
nefrourológico
- Disuria de
esfuerzo: es una dificultad para orinar. Por ejemplo,
ocurre en personas con crecimiento de la próstata a quienes les cuesta
comenzar la micción y el chorro de orina es delgado, con menos potencia.
- Disuria
dolorosa: consiste en sentir dolor al orinar, tal como ocurre en pacientes
con cistitis.
- Poliaquiuria: es
orinar en forma frecuente, más seguido de lo que es habitual.
- Cambios en el volumen de orina en 24 horas:
- Poliuria: es orinar gran cantidad en las 24 horas, sobre 2.500 ml.
- Oliguria: es orinar menos de 400 ml en 24 horas.
- Anuria: es orinar menos de 100 ml en 24 horas, o no orinar (se debe diferenciar delpaciente que no orina por una retención urinaria debido a una uropatía obstructiva, como podría ser en el caso de un cáncer de próstata que obstruye a nivel de la uretra).
- Nicturia: es orinar más cantidad en la noche que en el día (por ejemplo, un paciente con insuficiencia cardíaca que en la noche orina más por reabsorción de edemas acumulado en el día).
- Cólico renal: es un dolor con las características de un cólico (que aumenta, llega a un máximo y luego disminuye), que tiende a ubicarse en una de las fosas renales y se irradia hacia la región de los genitales externos. Habitualmente es de gran intensidad, produce mucha inquietud en el paciente (no encuentra una posición que lo alivie), y con frecuencia se acompaña de náuseas y vómitos.
- Cambios en el aspecto de la
orina:
- Hematuria: es una orina con sangre. Puede ser una hematuria
macroscópica (si se va a simple vista), o microscópica (si sólo se detecta a
nivel de laboratorio). En el caso de una hematuria macroscópica, se distingue
por presentar un color como “agua de carne” y es frecuente que al dejar reposar
en un recipiente, los glóbulos rojos decantan en el fondo.
-Coluria: es una orina impregnada con pigmentos biliares. Se
caracteriza porque al agitarla en el recipiente que la contiene, se forma una
espuma de color amarillo (esto no ocurre en orinas oscuras por otras causas,
que presentan una espuma de color blanco).
-Otras
causas de orinas más oscuras se pueden deber a: hemoglobinuria (por ejemplo, en
el curso de una hemólisis masiva), algunos medicamentos (por ejemplo, al usar
vitaminas del complejo B), o simplemente porque está más concentrada (por
ejemplo, en el curso de un cuadro febril o asociado a una deshidratación).
-Una
orina espumosa puede deberse a que tiene una cantidad aumentada de proteínas
(por ejemplo, un paciente con una nefropatía que se manifiesta con
proteinuria).
-Una
orina más turbia puede deberse a que existe una infección o por gran cantidad
de sales en disolución. En el caso de infección, es frecuente que también se
sienta un olor más fuerte, que le llama la atención al paciente.
Síntomas
relacionados con el sistema nervioso
Cefalea: es dolor de cabeza. Según su presentación se
pueden distinguir algunas posibilidades diagnósticas:
- Jaquecas: el dolor tiende a presentarse como una hemicránea, o sea, duele la mitad de la cabeza, muchas veces englobando el ojo; es frecuente la presencia de náuseas y vómitos. Es más frecuente en mujeres y evoluciona con crisis de dolor que se van repitiendo en el tiempo.
- Cefalea tensional: el dolor es más frecuente en la región occipital o en las regiones frontoparietales (como un cintillo). Es frecuente que aumenten hacia el final del día.
- Cefalea en el contexto de una hipertensión endocraneana: el dolor compromete toda la cabeza, y con frecuencia se acompaña de vómitos explosivos. A veces se manifiesta a primera hora en la mañana y va cediendo en el día una vez que el paciente se ha levantado.
- Cefalea en el contexto de una hemorragia subaracnoídea: el dolor se instala en forma brusca e intensa. Según la intensidad del sangramiento puede asociarse a vómitos y compromiso de conciencia.
Vértigo: la
persona nota que se siente muy mareada y todo “gira” a su alrededor. El
término “mareo” es más inespecífico ya que puede tener distintos
significados: sentirse inestable, estar “como flotando en el aire”, sentir
que el piso se mueve, etc.
Tinnitus o acúfenos:
es la sensación de sentir un ruido constante en los oídos.
Fotofobia: es una
molestia o intolerancia anormal a la luz.
Diplopia: es la
sensación de ver doble; este fenómeno se acentúa al mirar hacia un lado.
Habitualmente se asocia a una falta de paralelismo de los ejes oculares (estrabismo).
Amaurosis: es la
falta de visión de uno o ambos ojos (ceguera), sin una lesión aparente.
Habitualmente se debe a un compromiso de la retina, el nervio óptico o la
corteza visual.
Parestesias: es la
sensación de “hormigueo” o “adormecimiento” en una zona del cuerpo.
Síntomas generales
Síndrome febril: es el conjunto de síntomas y signos relacionados con
las temperaturas elevadas: cefalea, dolores musculares (mialgias), taquicardia
(pulso rápido), polipnea (frecuencia respiratoria aumentada), piel algo
sudorosa, mejillas eritematosas, ojos brillantes, orina más oscura y escasa. No
siempre una temperatura elevada se acompaña de un síndrome febril (por ejemplo,
en algunos cánceres que dan temperatura elevada). Al caracterizar la fiebre, se
debe precisar: cuándo comenzó, cómo varía entre el día y la noche, hasta qué
intensidad alcanza, con qué síntomas se asocia.
Pérdida de peso: es otro aspecto importante de caracterizar. Se debe
preguntar en cuánto tiempo ha ocurrido la pérdida de peso y de qué magnitud ha
sido. También es necesario precisar el contexto:
- Un paciente diabético descompensado presentará polidipsia (sed
aumentada), poliuria (diuresis aumentada) y polifagia (apetito
aumentado).
- Un paciente con síndrome de malabsorción presentará diarrea,
posiblemente esteatorrea (deposiciones con más grasa) y lientería (deposiciones
con alimentos no digeridos).
- Un paciente con hipertiroidismo presentará polidefecación (obrar
más seguido que lo habitual), intolerancia al calor y nerviosismo.
- Otras causas: cánceres, infecciones prolongadas, depresión, etc.
Astenia: falta de energía, decaimiento. Parecida a la astenia,
es la adinamia.
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